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Arequipa: más de 130 mil microempresas sostienen el crecimiento económico de la región

- Para que las microempresas continúen creciendo, Arequipa necesita un entorno que acompañe el esfuerzo de quienes emprenden.

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Arequipa se ha convertido en uno de los centros económicos más dinámicos del país gracias a la fuerza de sus microempresas. Según el registro actualizado del tejido empresarial del Ministerio de la Producción (Produce), la región cuenta con 137,727 empresas formales, de las cuales casi el 95% (130,291) son microempresas.


“Es decir, 95 de cada 100 negocios en Arequipa son pequeños emprendimientos familiares, talleres, bodegas, restaurantes, comercios o servicios profesionales que sostienen el día a día de la economía local. Cada negocio que abre o crece genera un efecto inmediato: contrata personal, compra insumos, dinamiza los mercados locales y contribuye a una economía más estable y diversa”, explicó Giacomo Puccio, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).


Este crecimiento no es reciente: durante la última década, Arequipa incorporó miles de nuevos negocios formales, impulsados por ciudadanos que decidieron invertir y construir oportunidades desde sus propias capacidades.


Hoy, los sectores que concentran mayor número de empresas son comercio (60 mil) y servicios (57 mil), dos actividades profundamente conectadas con la vida cotidiana de las familias arequipeñas.


Inversión privada y negocios: ¿cómo se relacionan?


La inversión privada no es un concepto lejano. Inversión privada es cuando un emprendedor compra una nueva máquina para su taller, cuando una familia amplía su restaurante, cuando un joven apuesta por formalizar un negocio digital o cuando un agricultor adquiere equipos para procesar y vender con mayor valor.

Cada una de estas decisiones es inversión privada. Y cuando miles de microempresas invierten al mismo tiempo, la región entera avanza.


Según un estudio del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), muchos de estos negocios se desarrollan en actividades con baja barrera de entrada y alta mortalidad, lo que obliga a los emprendedores a adaptarse continuamente a un mercado competitivo y a apoyarse en sus redes para definir su valor agregado que les permita diferenciarse de la competencia.


“Las microempresas representan el esfuerzo de miles de familias que sostienen la economía regional. Cuando hablamos de promover la inversión privada, hablamos de apoyar a nuestros emprendedores arequipeños, darles herramientas para crecer y mejorar su calidad de vida”, explicó Puccio.

Para que las microempresas continúen creciendo, Arequipa necesita un entorno que acompañe el esfuerzo de quienes emprenden.


Desde REDES, la ruta es clara: una gestión pública eficiente, infraestructura que reduzca costos y facilite el movimiento de bienes y servicios, así como trámites más simples que permitan a los negocios operar sin barreras innecesarias. Cuando el Estado cumple ese rol, cada sol invertido por los emprendedores rinde más y se convierte en más empleo, más actividad económica y más oportunidades para la región.


“Las microempresas son la columna vertebral de Arequipa, y su avance depende de un entorno que les dé estabilidad y confianza para seguir apostando por sus negocios. Si la región logra fortalecer estas condiciones, podrá mantener un tejido empresarial dinámico y una economía que crece desde la iniciativa y el trabajo de su propia gente”, concluyó Puccio.

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